DIMENSIÓN ECOLÓGICA
En la comunidad Amalurra, la sostenibilidad ha estado basada en la ecología emocional, según la cual el ser humano es un microuniverso que pertenece a un macrouniverso (la Tierra, la dimensión social y ambiental).
En este sentido, se ha tenido en cuenta que un trabajo de transformación interior contribuye a transformar el exterior y que la sostenibilidad externa que deseamos implementar encuentra sus raíces en cambios internos permanentes basados en la confianza, en relaciones transparentes y en una gestión consciente de las emociones, buscando la coherencia con nuestros hábitos de vida y el uso de los recursos, y, en consecuencia, con prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Entre ellas, destacan:
- reforestación del entorno (plantación de árboles autóctonos);
- jardines de flores y huertos en los que no se usan pesticidas ni productos químicos;
- tratamiento de aguas residuales y residuos;
- uso de materiales y técnicas naturales de construcción (bioconstrucción);
- uso de energía verde (paneles solares, biomasa y eficiencia energética);
- gestión del agua (con dos pozos de agua potable y drenaje de praderas);
- radiestesia y estudios de energía o fuentes de agua para equilibrar las energías sutiles.
Encuentro con la naturaleza y sostenibilidad
Uno de los objetivos de la comunidad fue recuperar nuestro vínculo ancestral con la Madre Tierra. Basándonos en el trabajo de ecología emocional impulsado por Irene Goikolea, comenzamos las labores de recuperación y adecuación del terreno conscientes de que la naturaleza era un espejo que reflejaba nuestro itinerario interno. Así pues, nuestro acercamiento a la ecología fue desde el interior, desde la gestión de nuestras emociones, hacia el exterior.
A medida que ahondábamos en nuestras capas más profundas en pos de una ecología emocional, fuimos sanando emociones, que constituyen, al igual que las aguas en el planeta, un 80% de nuestra realidad física. Paralelamente, conseguimos que fluyeran las aguas estancadas de la finca donde se materializaría la comunidad. Asimismo, retiramos las zarzas, como símbolo de la toma de conciencia de aquellos aspectos que nos estaban ahogando. Estas nos reflejaban nuestras capas más profundas y mostraban aspectos tanto individuales como colectivos, aspectos que en cierta manera están en todos.
También fuimos recuperando la vegetación autóctona, plantando más de 3.500 robles en un intento por rescatar la sabiduría que estos portaban y que la tierra había guardado tras la deforestación. El trabajo consistió en mirar qué reflejaban en nuestro interior todas las circunstancias que nos mostraba el exterior. De esta manera, lo interior y lo exterior se entrelazaron en un movimiento imparable, en un movimiento vivo que no era mental y su consecuencia fue la materialización del lugar en tan poco tiempo. Este espacio se convirtió en un resonador que nos permitió experimentar, aprender, conectar, manifestar; en definitiva, cocrear. A partir de la ecología interior, fuimos aplicando en el terreno técnicas de bioconstrucción, reciclaje y energías alternativas, de forma que las últimas edificaciones muestran ya parte de este conocimiento y se han construido siguiendo esta línea de sostenibilidad y protección de la naturaleza.
Espacios
Bosques
Desde que llegamos a esta finca, nos dedicamos a repoblarla con especies autóctonas. Plantamos más de 3.000 árboles y hoy en día ya se han formado pequeños bosques. Además hay estupendos ejemplares que heredamos de nuestros antecesores: un cedro, tilos, cipreses, robles, hayas, fresnos…
Jardines
Los jardines de Amalurra son uno de nuestros mayores logros. Las flores, árboles y arbustos que los conforman son parte de la esencia de este lugar, la cual transmiten de manera silenciosa. En sus cuidados y tratamientos, solo empleamos técnicas y productos ecológicos, con el fin de cuidar y agradecer a la Madre Tierra.
Fuentes
Ubicadas por todo el paisaje, se pueden encontrar numerosas fuentes diseñadas con diferentes materiales, formas y técnicas. Las fuentes tienen la misión de re-equilibrar las energías del espacio, siguiendo el arte del Feng Sui y la geometría sagrada.