DIMENSIÓN ECONÓMICA

En la comunidad Amalurra, la sostenibilidad ha estado basada en la ecología emocional, según la cual el ser humano es un microuniverso que pertenece a un macrouniverso (la Tierra, la dimensión social y ambiental).

La sostenibilidad económica se ha basado en valores como la confianza, la generosidad, la responsabilidad y el bien común, tanto hacia la comunidad, como hacia las personas que nos han visitado.

Desde el punto de vista económico, los miembros de Amalurra han tenido su propia economía familiar e individual proveniente de ocupaciones remuneradas por cuenta propia o ajena y al margen de la comunidad, en la mayor parte de los casos, a excepción de algunas personas contratadas para los puestos de cocina, recepción, limpieza y mantenimiento. De forma puntual, y sobre todo en la temporada alta de ocupación del complejo hotelero, se procedió a contratar trabajadores del propio municipio.

Cada familia ha realizado una aportación económica procedente de su economía, a modo de participación en la sociedad anónima, propietaria de las tierras y edificaciones de la comunidad. La sociedad patrimonial estuvo constituida por todos los socios que ostentan la propiedad a partes iguales y con una participación equivalente en la misma. Esta manera de funcionar es típica de las cooperativas, concepto único tomado del campo empresarial del País Vasco y que está siendo estudiado internacionalmente por sus resultados positivos.

Además, todos los integrantes de Amalurra han realizado trabajo voluntario (auzolan) en la comunidad. Las inversiones se han decidido conjuntamente en círculos de palabra en base a las condiciones y necesidades comunes.

Por otro lado, el resort, la empresa social Amalurra, compuesta de un hotel y albergue rural, restaurante, cafetería, spa y centro de bienestar con tratamientos de salud, ha sido una fuente de ingresos, cuyos beneficios se han invertido en la materialización y sostenimiento del lugar, en gastos de mantenimiento y administración, proyectos de solidaridad con otras organizaciones, educación de jóvenes o iniciativas de sostenibilidad del medio ambiente, entre otras. En ningún caso, los ingresos han revertido en beneficio de los/as socios/as, pues la finalidad siempre ha sido lo colectivo y lo común. Finalmente, la cafetería ha actuado como un punto de encuentro en el que hemos damos a conocer y vendido productos locales y artesanales.

El Eco Hotel y el restaurante Amalurra constituyen la empresa social que ha sostenido parte del ámbito económico y social del entorno.

Se trata de espacios donde se ha cultivado productos de alimentación sin utilizar químicos de síntesis, respetando los principios de la agricultura ecológica. Además, se ha practicado el compostaje para convertir los residuos orgánicos en abono natural sin fertilizantes químicos.